
Hace 47 años aproximadamente, cansado de los abusos y la corrupción del entonces presidente de Cuba Fulgencio Batista (otro dictador), Fidel con cierto apoyo indirecto de EEUU (La CIA) y un gran apoyo de su amigo el Che Guevara, tomo el poder de la isla mientras Batista huía al exilio. Castro dio la oportunidad para que el resto de sus adherentes salieran exiliados con el. Los que quedaron fueron fusilados. En los meses posteriores los juicios públicos siguieron y los fusilamientos también. ¡Al paredón! Era el grito enardecido de las multitudes cada vez que se juzgaba a algún seguidor de Batista. Algunas protestas callejeras fueron acalladas a balazo limpio terminándolas por completo. Un intento de derrocamiento del nuevo dictador, patrocinada nuevamente por la CIA, se llevó a cabo en el 61. Las represalias fueron las mismas. Nuevos fusilamientos y más prisioneros políticos. Cuando por fin llegó la calma, cuando la presencia de misiles soviéticos en la isla logro disuadir a EEUU para terminar con los intentos de derrocamiento, por lo menos de la forma directa como lo estaba haciendo hasta ese momento, cuba comenzó a gozar de los beneficios del comunismo pero con las restricciones de una dictadura. Salud, educación, casa, trabajo. Pero a cambio, en estos años jamás a habido ningún tipo de elecciones democráticas. Lo que dice Fidel es lo que se hace. El partido dirige la prensa escrita, la televisión, lo que se enseña en colegios y universidades, lo que produce su industria. ¿Pero está el pueblo cubano realmente satisfecho con ello? ¿Es necesario mantener una dictadura para que el estado pueda beneficiar de tal forma a su pueblo? Como ejemplo en Noruega, uno de los países con mayor ingreso per cápita, existe una economía de libre mercado con fuerte participación del estado en áreas claves como la energía y la minería. También la salud y la educación son administradas casi al cien por ciento por el estado siendo estas de excelente nivel y gratuitas. Así y todo en Noruega, a diferencia de Cuba, prácticamente no hay pobreza y es muy extraño ver mendigos en las calles. La otra gran diferencia: en Noruega no hay presos políticos, ni fusilados ni exiliados y lo principal, su pueblo es LIBRE.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home