TAREA PARA LA CASA

      Últimamente hemos presenciado una polémica que resurge de cuando en cuando.  Se debe dar tareas para la casa a los estudiantes.

Visto desde el punto que se plantea, las tareas parecen ser realmente un suplicio para los niños. Pero quisiera plantearlo desde otro punto de vista. Por qué son un suplicio. Por qué se aduce cansancio de los niños, los mismos que tienen vitalidad para correr todo el día o plantarse frente al televisor o frente a la consola de juegos durante muchas horas sin sentir ese cansancio.

La única diferencia es la obligatoriedad de las tareas. La falta de libertad para elegir. Creo que las tareas deben existir. El aprendizaje del niño no debe detenerse en su casa. Pero es importante que el niño sienta atracción por esa actividad. Tanta atracción que no necesite obligatoriedad.

Muchos padres no se preocupan de lo que hace el niño durante el día. Si pasa pegado al televisor o si vaga con sus amigos por la calle. Y después los vemos poner el grito en el cielo por las labores escolares.

Uno de los deberes de los padres es educar y muchos lo delegan en los colegios.

Las tareas para la casa deben modificarse. Pero la actitud de los padres también. Lo importante al final es la formación de estos pequeños ciudadanos de nuestro país.