Saturday, October 15, 2011

Y Que gobierno quiero.

Cual puede ser el estilo de gobierno que desearía para Chile, mi país. Descarto de plano un gobierno comunista, ideología fracasada en el mundo. Tampoco uno capitalista, que aumenta las diferencias económicas y que además se está viendo fracasar actualmente llevando al mundo de recesión en recesión. En definitiva lo más aconsejable creo sería una forma de gobierno mixto, en realidad como ha sido en chile durante muchos años. ¿Pero entonces no cambiaría nada? ¿Qué faltaría en Chile para lograr el desarrollo? Buscando entre las tendencias políticas gobernantes en los países más prósperos del mundo, encontré en un grupo de países europeos una posible respuesta. El tipo de gobierno de “Estado de Bienestar”. Ese tipo de gobierno de tendencia socialista de países como Noruega o Finlandia en que los ingresos per cápita y la sensación de bienestar son los mas altos de la orbe. Este tipo de gobierno se generó después de la segunda guerra mundial en Europa y se denominó de esa forma en contraposición al denominado “Estado de guerra” alemán. Algunos países como Inglaterra y Francia crearon variaciones a la idea original, pero aún así funcionaron exitosamente con sistemas similares, por lo menos por algún tiempo. Sin embargo, los sistemas implementados en países como Noruega, han mantenido exitosamente su funcionamiento, sin que surjan voces algunas para intentar cambiarlo, y consagrándolos en el mundo como los mejores países para vivir. Este sistema, explicado en forma simple, necesita de un estado participativo. Mucho más participativo que el Chileno. Un estado que asegure ciertas condiciones de vida básicas. Una educación de calidad al alcance de todos. Salud al alcance de todos. Bienestar social. Empleabilidad total (0% de cesantía). Leyes laborales que protejan al trabajador y sindicatos fuertes que velen constantemente por sus derechos.
En estos países, solamente no trabaja quien no desea hacerlo. Y en esos casos, el estado proporciona al cesante, lo mínimo para sobrevivir. Pero para llegar a este “Estado de Bienestar” veo en Chile dos problemas importantes. Uno: chile no es un país rico como lo es Noruega, que posee el preciado oro negro, el petróleo y un gran desarrollo tecnológico. Además en Chile, nuestra escueta riqueza entregada por el cobre, debe repartirse en casi cuatro veces la cantidad de habitantes que en el país nórdico.
El segundo y creo el más importante: chile está lleno de Chilenos. Una plaga que en países desarrollados, sería aislada o simplemente exterminada. Es que no podemos comparar la forma de ser de un Chileno medio con la de un Noruego medio. No se si es genético o culturar, pero si estoy seguro de que antes de cambiar la política hay que cambiar a la gente. Es que el político, el empleado, el comerciante, el barrista, el estudiante, el ejecutivo, el narcotraficante, el feriante, el policía somos todos los mismos Chilenos. Todos buscamos la paja en el ojo ajeno, sin ver la gran viga en el nuestro. No somos personas correctas y disciplinadas. Es cosa de ver como actúa la gente en el metro, o como conduce. Pasamos a llevar al que sea, vivimos con la pillería, falta de honradez diría yo. Tratamos de parecer más de lo que somos, no de hacer mas de lo que hacemos para lograrlo. Y eso que se ve en las calles se refleja en nuestro trabajo. En nuestros estudios. En nuestras instituciones Quizás nos hace falta una guerra como la segunda guerra mundial para despertar. Para enrielarnos y sobre todo, para AUTODICIPLINARNOS. Porque creo que solamente con disciplina, mucho trabajo, honestidad, esfuerzo, rectitud, perseverancia, podremos llegar a ser un país desarrollado y socialmente justo. Porque quien puede negar por ejemplo, que si aquí el estado mantuviera a los desempleados, habría una gran cantidad de chilenos que no se interesarían en trabajar. Aún mas, habría también una mayor cantidad que aún trabajando, se las arreglarían para recibir ese dinero de estado. Y seguramente, los políticos gobernantes, harían arreglos para llevarse algún porcentaje de esos dineros también. En fin, este es el país de Kako y definitivamente, gran parte del país, quizás sin saberlo, está contra él.

Saturday, October 08, 2011

A 23 años del NO

Han pasado 23 años y 5 gobiernos desde la vuelta a la democracia, después de 17 años de dictadura militar en Chile. 2 gobiernos de centro izquierda (DC) , dos de izquierda (PS y PPD) y uno de centro derecha (RN), el actual. Sin embargo, a pesar de la diversidad de sus partidos de origen, siento que los 5 mandatarios han tenido la misma tendencia política al gobernar: Se puede decir que todos han tenido estilos de gobierno con tendencia a la centro derecha. Con un gran crecimiento de la empresa privada y una escasa mejora en la participación del estado.
Si tuviera que elegir el gobierno más cercano a un estilo de gobierno de izquierda, pues sería contradictoriamente, el actual. El aumento del gasto social, las iniciativas nacidas entre la gente que ha tenido que concretar el gobierno, como las mejoras a la educación, el rechazo a la termoelectrica y una serie de iniciativas orientadas a mejorar el bienestar social como el postnatal, la salud de los pensionados y otras, van modelando de a poco un estilo de gobierno mas popular. Quizás esa es la razón de la baja aprobación del presidente actual: Al normal rechazo de la gente de izquierda a un presidente de derecha y además empresario, se le suma ahora el rechazo de los derechistas, por no cumplir con las expectativas de ese sector: Mas apoyo al empresario, mas restricción a los sindicalistas, leyes laborales que beneficien al empleador etc.. En medio de los dos bandos, el presidente se ha ido quedando solo. Los indecisos siguen a la masa que se aleja de él y hasta la UDI, el mayor partido de Chile, perteneciente a la alianza que lo respaldó, hoy lo critica y no en forma privada, sino a través de los medios de prensa.
Mientras tanto, el gobierno no se detiene. Continúa con sus actividades de relaciones internacionales. Y continúa generando proyectos que benefician a la gente, aunque sea como reacción ante la presión de las huelgas o de las numerosas marchas de protesta. Por otro lado, la oposición, sin importar la calidad de estos proyectos, siempre los criticará y probablemente los mejorará, los que finalmente es bueno para todos. Ante esto, creo que al final de estos cuatro años, Chile ya no será el mismo país. Habremos dado un gran paso hacia el desarrollo y la justicia social. El primer paso de una larga caminata, pero que para que los próximos gobiernos, sean del partido que sean, será muy difícil no seguir caminando. Y eso es bueno para Kako.