Jornada de protesta

Hoy se respira un aire especial en el centro de Santiago. Existe una tensión difícil de describir en el ambiente. Algunos carabineros con cascos y escudos patrullan las calles en pequeños grupos y otros permanecen apostados en lugares claves. Vehículos de disuasión de manifestaciones como los conocidos “guanacos y zorrillos” se estacionan junto a buses blindados como para una guerra, en calles no muy concurridas de las inmediaciones. Los guardias uniformados de bancos, farmacias y otros locales, se asoman nerviosos por los ventanales, observando cada detalle del movimiento en la calle, frente al lugar que se les asigno vigilar. En la calle Serrano, frente al paseo ahumada, se moviliza el GOPE. Un aviso de bomba en la sede del partido Socialista ha hecho necesario cerrar las calles aledañas. Un oficial explica frente a una cámara de televisión, que el aviso es cierto y que si bien la bomba no es demasiado potente, sería capaz de herir una cantidad no despreciable de personas. En la Moneda se ha aumentado la dotación policial y Fiscales se movilizarán en el lugar de los hechos. Los jóvenes Pingüinos se han adherido al paro de los profesores, además de los universitarios, lo que significa que será una jornada de desorden en el centro. Las ventanas del Mc Donald serán destruidas, al igual que los paraderos y rejas de La Alameda. Seguramente saquearán alguna farmacia y nuevamente lanzarán Bombas incendiarias a carabineros. Mañana se hablará de una cantidad de detenidos que saldrán en libertad a las pocas horas. Locatarios se quejarán de sus pérdidas. Algún carabinero quedará herido. Jóvenes se quejarán de violencia innecesaria. Los empleados del aseo tendrán doble trabajo durante la noche. El gobierno ofrecerá una mesa de negociación e intentará mostrarse fuerte ante las presiones. Se nos viene una nueva jornada de protestas.